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FOTOGRAFÍA DE UN MILAGRO

PROEZA MÉDICA


Aclaración

Este material fue encontrado en la red mientras buscaba información para un trabajo de la facultad. Lamentablemente copié el artículo pero olvidé tomar nota de la página de donde lo saqué.

Mi única intención al ponerlo es difundir, desde ésta humilde página, una foto que me impresionó muchísimo al verlo, y que sin lugar a duda a uds les pasará lo mismo. Además contribuye a la reflexión del tema que estoy exponiendo.

Una hermosa historia

Un fotógrafo que reportó una intervención quirúrgica por espina bífida practicada dentro del útero materno a un feto de sólo 21 semanas de gestación en una auténtica proeza médica, nunca imaginó que su cámara registraría el más elocuente grito pro-vida conocido hasta hoy.

Mientras Paul Harris cubría en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, la que consideraba una buena noticia en el desarrollo de este tipo de cirugías, captó cómo el bebé sacó su pequeñísima mano desde el interior del útero de su madre e intentó sujetar uno de los dedos del médico que lo había intervenido.

La espectacular fotografía - que puede ser vista arriba o https://www.canva.com/design/DAC6hSgtafs/TEGGH8dlGkkA6aGvk7UG9A/view?website fue publicada por varios periódicos en Estados Unidos y su repercusión cruzó las fronteras nacionales para llegar hasta Irlanda, donde se ha convertido en una de las banderas pro-vida con la que se quiere evitar la legalización de abortos aún en el período de gestación durante el que fue intervenido el bebé.

La pequeña mano que ha conmovido al mundo, pertenece a Samuel Alexander Armas cuyo nacimiento está previsto para el próximo 28 de diciembre. Al observarla con detenimiento, la fotografía resulta más que elocuente.

La vida del bebé literalmente pende de un hilo; los especialistas aún no están en capacidad de mantenerlo vivo fuera del útero materno y deben tratarlo dentro de la matriz para corregir su fatal anomalía y cerrar luego el ambiente en el que debe terminar de crecer.

Por todo esto, la imagen ha sido considerada como una de las fotografías médicas más importantes y el recuerdo de una de las operaciones más extraordinarias registradas en el mundo.

La historia detrás de la imagen es más impresionante aún. Se trata de la experiencia, lucha y confianza de una pareja de esposos que decidió agotar hasta el último recurso para salvar la vida de su primer hijo.

La odisea Julie y Alex Armas viven en Georgia, Estados Unidos. Ellos lucharon durante mucho tiempo por tener un bebé. Julie, una enfermera de 27 años de edad, sufrió dos pérdidas antes de salir embarazada del pequeño Samuel. Sin embargo, cuando cumplió 14 semanas de gestación comenzó a sufrir fuertes calambres y una prueba de ultrasonido mostró las razones. Al revelar la forma del cerebro y la posición del bebé en el útero, la prueba evidenció serios problemas.

El cerebro de Samuel lucía deforme y la espina dorsal se desprendía de una columna vertebral que también lucía anomalías.

El diagnóstico no se hizo esperar, el bebé sufría de espina bífida y podían decidir entre un aborto o un hijo con serias discapacidades.

Según Alex, un ingeniero aeronáutico de 28 años de edad, se sintieron devastados por la noticia pero, por su profunda fe, el aborto nunca fue una opción. Antes de dejarse abatir, la pareja decidió buscar una solución por sus propios medios y fue así como ambos comenzaron a solicitar ayuda a través de Internet.

Fue la madre de Julie, quien dio con la página electrónica que daba los detalles sobre la cirugía fetal experimental desarrollada por un equipo de la Universidad de Vanderbilt. De esta manera, entablaron contacto con el Doctor Joseph Bruner (cuyo dedo es el que sostiene Samuel en la fotografía) y comenzó una carrera contra el tiempo.

Por afectar la espina dorsal, la espina bífida puede llevar al daño cerebral, generar diversas parálisis e incluso una incapacidad total.

Sin embargo, al ser corregida antes que el bebé nazca, se tienen muchas más opciones de curación. Aunque el riesgo era grande y el bebé no podía nacer en ese momento, los Armas decidieron encomendarse a Dios.

La operación fue un éxito. Durante ella, los médicos pudieron tratar al bebé - cuyo tamaño no era mayor al de un conejillo de indias- sin sacarlo del útero, cerrar la brecha originada por la deformación y proteger la columna vertebral, que sirve de camino para las señales nerviosas hacia el cerebro.

Ahora Samuel se ha convertido en el paciente más joven en haber sido sometido a esa intervención y aunque aún no ha sentido la piel de su madre y parece no haber conocido el mundo después de salir del útero de su madre, es muy posible que Samuel Alexander Armas pueda volver a estrechar la mano del Doctor Bruner.

EL DEBATE

Para periodistas como Justine McCarthy, "nadie puede dejar de sentirse conmovido por la poderosa imagen de esta pequeña mano sujetando el dedo del cirujano" y así como una mano puede salvar vidas, esta imagen "es tal vez el argumento más fuerte contra el aborto".

McCarthy resume con estas palabras el impacto de la imagen en medio del debate por la legalización del aborto en Irlanda y los esfuerzos pro-vida por un referéndum que permita su prohibición.

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