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La influencia de los neurotransmisores en los trastornos del comportamiento: Una mirada desde la psicopedagogía

"La conexión entre los neurotransmisores y los procesos cognitivos"


Índice

  1. Introducción
    • A. Breve presentación de la importancia del tema
  2. II. Neurotransmisores y su papel en los trastornos del comportamiento humano
    • A. Explicación de los neurotransmisores y su función en el cerebro
    • B. Descripción de algunos neurotransmisores relevantes en los trastornos del comportamiento humano
      • 1. Ejemplo de neurotransmisor y su función específica
      • 2. Vínculo entre desequilibrios de neurotransmisores y trastornos del comportamiento
        • a. Ejemplos de trastornos del comportamiento relacionados con neurotransmisores específicos
        • b. Ejemplos adicionales
  3. III. Neurotransmisores y su influencia en el aprendizaje
    • A. Conexión entre neurotransmisores y procesos cognitivos
    • B. Importancia de los neurotransmisores en el aprendizaje
    • C. Impacto de los desequilibrios de neurotransmisores en el aprendizaje
    • D. Ejemplos de cómo los neurotransmisores afectan el proceso de aprendizaje
  4. IV. El conocimiento de los neurotransmisores en la formación del psicopedagogo
    • A. Importancia de comprender los neurotransmisores en la formación profesional
    • B. Incorporación del conocimiento de los neurotransmisores en la práctica clínica
    • C. Beneficios de aplicar este conocimiento en la atención de pacientes
  5. V. Conclusiones
    • A. Recapitulación de los puntos clave
    • B. Resumen de la importancia de los neurotransmisores en los trastornos del comportamiento y el aprendizaje
  6. VI. Referencia bibliográfica

El papel fundamental de los neurotransmisores en el comportamiento humano y el aprendizaje

Introducción

A. Breve presentación de la importancia del tema

La mente humana es un laberinto fascinante lleno de secretos y misterios por descubrir. Imagina por un momento que existe una clave fundamental para comprender el comportamiento humano y potenciar el aprendizaje. ¿Qué podría ser tan poderoso como para desvelar los enigmas de la mente y desencadenar un impacto significativo en la práctica de la psicopedagogía? En este artículo, nos adentraremos en un aspecto crucial: el papel de los neurotransmisores en el surgimiento de los trastornos del comportamiento humano y su influencia directa o indirecta en el aprendizaje. Prepárate para descubrir un mundo oculto bajo el microscopio neuroquímico, donde la clave para el entendimiento y la mejora del comportamiento humano está a punto de revelarse.

En el ámbito de la psicopedagogía, comprender los procesos neuroquímicos que subyacen al comportamiento y al aprendizaje es de vital importancia. Los neurotransmisores, los mensajeros químicos del cerebro, desempeñan un papel fundamental en la comunicación entre las células nerviosas, influyendo en una amplia gama de funciones cognitivas y emocionales. Un desequilibrio en estos neurotransmisores puede estar asociado con diversos trastornos del comportamiento humano, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad y más. Además, estos desequilibrios pueden afectar directamente el proceso de aprendizaje, dificultando la adquisición de conocimientos y habilidades.

Es fundamental que los psicopedagogos adquieran un profundo conocimiento de los neurotransmisores y su papel en el aprendizaje, ya que esto les permitirá comprender mejor los trastornos del comportamiento y brindar una intervención adecuada. Al estar familiarizados con los desequilibrios neuroquímicos, los profesionales de la psicopedagogía pueden diseñar estrategias de intervención específicas que aborden los déficits cognitivos y emocionales de sus pacientes, facilitando así el proceso de aprendizaje y promoviendo un desarrollo integral.

En resumen, el estudio de los neurotransmisores y su relación con los trastornos del comportamiento humano y el aprendizaje desempeña un papel crucial en la práctica de la psicopedagogía.

A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle cómo estos mensajeros químicos influyen en nuestro comportamiento, cómo pueden surgir trastornos cuando su equilibrio se ve alterado y cómo este conocimiento puede ser aplicado de manera efectiva en la atención y el apoyo a los pacientes. Prepárate para adentrarte en el fascinante mundo de la neuroquímica y descubrir cómo los neurotransmisores moldean nuestras mentes y afectan nuestro camino hacia el aprendizaje y el bienestar emocional.

II. Neurotransmisores y su papel en los trastornos del comportamiento humano

A. Explicación de los neurotransmisores y su función en el cerebro

El cerebro humano es un complejo sistema de interconexiones y comunicación constante. En el centro de esta intrincada red se encuentran los neurotransmisores, moléculas químicas que actúan como mensajeros del sistema nervioso. Estas sustancias juegan un papel vital en la transmisión de señales entre las neuronas, facilitando la comunicación y el intercambio de información en el cerebro.

Cada neurotransmisor tiene una función específica en el cerebro y está asociado con diferentes procesos cognitivos, emocionales y conductuales. Algunos de los neurotransmisores más estudiados incluyen la serotonina, la dopamina, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) y la noradrenalina, entre otros.

La serotonina, por ejemplo, desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, el sueño y la saciedad. La dopamina, por otro lado, está involucrada en la motivación, el placer y la recompensa, así como en la coordinación motora. El GABA actúa como un neurotransmisor inhibitorio, ayudando a calmar y reducir la excitación neuronal. La noradrenalina, a su vez, juega un papel importante en la respuesta al estrés y la regulación del estado de alerta.

Cuando el equilibrio de estos neurotransmisores se ve alterado, pueden surgir trastornos del comportamiento humano. Por ejemplo, un bajo nivel de serotonina se ha asociado con la depresión y los trastornos de ansiedad, mientras que un desequilibrio en la dopamina puede contribuir al desarrollo del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la esquizofrenia. Estos desequilibrios pueden estar relacionados con factores genéticos, ambientales y neurobiológicos, y pueden influir en la forma en que una persona piensa, siente y se comporta.

Es importante destacar que los neurotransmisores no actúan de manera aislada, sino que interactúan entre sí y con otras estructuras cerebrales para producir respuestas complejas y coordinadas. Los trastornos del comportamiento humano son el resultado de un sistema neuroquímico desequilibrado, donde múltiples neurotransmisores y circuitos neuronales están involucrados.

En el próximo segmento de este artículo, exploraremos en detalle algunos neurotransmisores específicos y su relación con los trastornos del comportamiento humano, brindando ejemplos concretos y analizando cómo los desequilibrios neuroquímicos pueden influir en nuestra salud mental y emocional. Prepárate para adentrarte en la intersección entre la neuroquímica y el comportamiento humano, donde los neurotransmisores desempeñan un papel central en nuestra experiencia de vida y en la manifestación de trastornos psicológicos.

B. Descripción de algunos neurotransmisores relevantes en los trastornos del comportamiento humano

1. Ejemplo de neurotransmisor y su función específica

El equilibrio de neurotransmisores en el cerebro juega un papel crucial en el mantenimiento de la salud mental y el comportamiento humano. Desequilibrios en ciertos neurotransmisores han sido asociados con diferentes trastornos del comportamiento. A continuación, exploraremos algunos neurotransmisores relevantes y su implicación en estos trastornos.

Serotonina: La serotonina es un neurotransmisor implicado en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y la ansiedad.

Dopamina: La dopamina es un neurotransmisor involucrado en la regulación de la motivación, el placer, la recompensa y el movimiento.

GABA (ácido gamma-aminobutírico): El GABA es un neurotransmisor inhibidor que ayuda a calmar la actividad neuronal.

Noradrenalina (norepinefrina): La noradrenalina desempeña un papel importante en la respuesta al estrés y la regulación del estado de alerta.

Es importante tener en cuenta que estos neurotransmisores no actúan de forma aislada, sino que interactúan entre sí y con otros sistemas neuronales en el cerebro. Además, los trastornos del comportamiento humano son multifactoriales y están influenciados por una combinación de factores genéticos, ambientales y neurobiológicos.

El estudio de estos neurotransmisores en relación con los trastornos del comportamiento humano es crucial para comprender mejor la base neuroquímica de estos trastornos y desarrollar enfoques terapéuticos efectivos. La investigación y la comprensión de cómo los desequilibrios neuroquímicos afectan la función cerebral y el comportamiento humano son fundamentales para el trabajo de los profesionales de la psicopedagogía, ya que les permite diseñar intervenciones personalizadas y brindar un apoyo adecuado a los individuos que sufren de estos trastornos.

En el próximo segmento de este artículo, nos adentraremos en ejemplos más detallados de trastornos del comportamiento y exploraremos cómo los desequilibrios de neurotransmisores están implicados en su desarrollo y manifestación. Prepárate para descubrir cómo los neurotransmisores se entrelazan con los trastornos del comportamiento humano y cómo este conocimiento puede abrir nuevas puertas para la intervención y el apoyo psicopedagógico efectivo.

2. Vínculo entre desequilibrios de neurotransmisores y trastornos del comportamiento

Los desequilibrios en los neurotransmisores pueden ser una de las causas subyacentes de los trastornos del comportamiento humano. Cuando los niveles de neurotransmisores se encuentran fuera de equilibrio, puede afectar la comunicación entre las células nerviosas y alterar los patrones de pensamiento, estado de ánimo y comportamiento./

a. Ejemplos de trastornos del comportamiento relacionados con neurotransmisores específicos

Un desequilibrio en los niveles de serotonina se ha asociado con la depresión, los trastornos de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y los trastornos de la alimentación, como la anorexia y la bulimia.

Un desequilibrio en la dopamina se ha asociado con trastornos como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la esquizofrenia. En el caso del TDAH, se cree que un bajo nivel de dopamina en ciertas áreas del cerebro está relacionado con la dificultad para mantener la atención y controlar los impulsos. Por otro lado, un exceso de dopamina se ha relacionado con la esquizofrenia, un trastorno que afecta la percepción, el pensamiento y la conducta.

Un bajo nivel de GABA se ha relacionado con la ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño, como el insomnio.

Desequilibrios en la noradrenalina están asociados con trastornos de ansiedad, trastorno por estrés postraumático (TEPT) y trastornos del estado de ánimo, como la depresión.

b. Ejemplos adicionales según sea relevante

Glutamato:El glutamato es el neurotransmisor excitatorio más abundante en el cerebro y está implicado en la transmisión rápida de señales entre las células nerviosas. Sin embargo, niveles elevados de glutamato pueden ser tóxicos para las células cerebrales y se han relacionado con trastornos neuropsiquiátricos como la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo. La disfunción en los receptores de glutamato ha sido identificada como un factor en el desarrollo de estos trastornos.

Norepinefrina (noradrenalina):La norepinefrina es un neurotransmisor que desempeña un papel clave en la respuesta al estrés y la regulación del estado de ánimo. Un desequilibrio en los niveles de norepinefrina se ha asociado con trastornos como el trastorno de ansiedad, el trastorno por estrés postraumático (TEPT) y la depresión. La sobreactividad o subactividad de los sistemas de norepinefrina puede contribuir a la aparición y mantenimiento de estos trastornos.

Acetilcolina:La acetilcolina es un neurotransmisor que desempeña un papel crucial en las funciones cognitivas, incluyendo la memoria y el aprendizaje. En trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer, hay una disminución en los niveles de acetilcolina, lo que afecta negativamente la memoria y el funcionamiento cognitivo. Además, alteraciones en los receptores de acetilcolina también se han relacionado con trastornos del sueño y enfermedades neuropsiquiátricas.

Oxitocina:La oxitocina es conocida como el "neurotransmisor del amor" y está involucrada en la regulación de los vínculos sociales y afectivos. La disfunción en el sistema de oxitocina se ha relacionado con trastornos del espectro autista (TEA) y trastornos del apego. La administración de oxitocina sintética ha mostrado beneficios terapéuticos en el tratamiento de estos trastornos al mejorar la respuesta social y afectiva.

Estos ejemplos ilustran cómo los desequilibrios en los neurotransmisores pueden tener un impacto significativo en el comportamiento humano y dar lugar al desarrollo de trastornos psicológicos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los trastornos del comportamiento son multifactoriales y que los desequilibrios neuroquímicos son solo una parte del cuadro completo. Factores genéticos, ambientales y psicosociales también desempeñan un papel importante en la manifestación de estos trastornos.

La comprensión de los vínculos entre los desequilibrios de neurotransmisores y los trastornos del comportamiento es esencial en el campo de la psicopedagogía. Al comprender cómo los neurotransmisores influyen en el comportamiento humano, los profesionales de la psicopedagogía pueden diseñar intervenciones y estrategias de apoyo más efectivas y personalizadas para aquellos que sufren de trastornos del comportamiento.

Al abordar los desequilibrios neuroquímicos específicos a través de enfoques terapéuticos, como la terapia farmacológica o la psicoterapia, los psicopedagogos pueden ayudar a restaurar el equilibrio de neurotransmisores y promover una mejoría en el bienestar y el funcionamiento de los individuos.

Además, el conocimiento de los neurotransmisores y su relación con los trastornos del comportamiento no solo es valioso en el ámbito clínico, sino también en la formación de psicopedagogos. Los estudiantes de psicopedagogía adquieren una base sólida en neurociencia y psicofarmacología, lo que les permite comprender la importancia de los neurotransmisores en el aprendizaje y la conducta. Este conocimiento les permite abordar los desafíos de aprendizaje desde una perspectiva neurobiológica, considerando factores como la regulación emocional, la atención y la motivación.

En resumen, los neurotransmisores desempeñan un papel crucial en el surgimiento de los trastornos del comportamiento humano. Los desequilibrios en estos mensajeros químicos pueden contribuir a la manifestación de diversos trastornos, afectando el estado de ánimo, la atención, la motivación y otros aspectos del comportamiento.

III. Neurotransmisores y su influencia en el aprendizaje

A. Conexión entre neurotransmisores y procesos cognitivos:

Los neurotransmisores desempeñan un papel crucial en los procesos cognitivos, que son fundamentales para el aprendizaje. Estos mensajeros químicos facilitan la comunicación entre las neuronas y son responsables de regular diversas funciones cognitivas, como la memoria, la atención, el razonamiento y el pensamiento creativo.

Por ejemplo, la acetilcolina está estrechamente relacionada con la memoria y el aprendizaje. Su liberación aumenta la capacidad de retención y la formación de recuerdos. Asimismo, la glutamato es esencial para la plasticidad sináptica y la transmisión rápida de señales neuronales, lo que contribuye a la formación de nuevas conexiones y al aprendizaje.

B. Importancia de los neurotransmisores en el aprendizaje:

La influencia de los neurotransmisores en el aprendizaje radica en su capacidad para regular la actividad neuronal y la comunicación sináptica. Estos compuestos químicos actúan como moduladores que facilitan o inhiben la transmisión de señales en el cerebro, lo que impacta directamente en la adquisición y el procesamiento de información.

Los neurotransmisores son cruciales para la plasticidad sináptica, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar en respuesta a la experiencia. La formación de nuevas sinapsis y la modificación de las conexiones existentes son procesos fundamentales para el aprendizaje y la memoria, y los neurotransmisores desempeñan un papel clave en estos procesos.

C. Impacto de los desequilibrios de neurotransmisores en el aprendizaje:

Cuando se produce un desequilibrio en los niveles de neurotransmisores, puede tener un impacto significativo en el aprendizaje. Por ejemplo, en el caso del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), se ha observado una disminución en los niveles de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina, lo que afecta negativamente la atención y la concentración.

Asimismo, desequilibrios en otros neurotransmisores, como la serotonina o el GABA, pueden contribuir a trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, que también pueden interferir en el proceso de aprendizaje.

D. Ejemplos de cómo los neurotransmisores afectan el proceso de aprendizaje:

Dopamina y motivación: La dopamina juega un papel crucial en la motivación y el refuerzo. Niveles adecuados de dopamina promueven la sensación de recompensa y refuerzan la conducta, lo que influye en la motivación para aprender.

Noradrenalina y atención: La noradrenalina está implicada en la regulación de la atención y la vigilancia. Niveles adecuados de noradrenalina facilitan la atención sostenida y la capacidad para filtrar distracciones, mejorando así el proceso de aprendizaje.

Serotonina y regulación emocional: La serotonina desempeña un papel en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. Un equilibrio adecuado de serotonina promueve un estado emocional equilibrado, lo que contribuye a un ambiente propicio para el aprendizaje al reducir el estrés y la distracción emocional.

En resumen, los neurotransmisores tienen una influencia significativa en el proceso de aprendizaje. Su conexión con los procesos cognitivos, la plasticidad sináptica, la atención, la motivación y la regulación emocional destaca su importancia en el desarrollo de habilidades de aprendizaje efectivas.

Los desequilibrios en los niveles de neurotransmisores pueden afectar negativamente el aprendizaje y están asociados con trastornos del comportamiento y del aprendizaje.

Comprender el papel de los neurotransmisores en el aprendizaje es esencial para los profesionales de la psicopedagogía, ya que les permite diseñar estrategias educativas y de intervención personalizadas que aborden los desafíos específicos de cada individuo.

IV. El conocimiento de los neurotransmisores en la formación del psicopedagogo

A. Importancia de comprender los neurotransmisores en la formación profesional:

El conocimiento de los neurotransmisores y su papel en el comportamiento humano es fundamental en la formación del psicopedagogo. Comprender cómo estos mensajeros químicos influyen en los procesos cognitivos, emocionales y conductuales brinda una base sólida para comprender las dificultades de aprendizaje y los trastornos del comportamiento.

Al adquirir un conocimiento profundo de los neurotransmisores, los psicopedagogos pueden analizar y evaluar de manera más precisa las dificultades que presentan sus pacientes. Esta comprensión les permite diseñar intervenciones educativas y terapéuticas personalizadas, abordando directamente los desequilibrios neuroquímicos que pueden estar afectando el aprendizaje y el comportamiento.

B. Incorporación del conocimiento de los neurotransmisores en la práctica clínica:

El conocimiento de los neurotransmisores se traduce en una práctica clínica más informada y efectiva para los psicopedagogos. Al comprender cómo los neurotransmisores afectan los procesos cognitivos y emocionales, los psicopedagogos pueden seleccionar y aplicar estrategias educativas y terapéuticas que sean más apropiadas para cada individuo.

Por ejemplo, si se identifica un desequilibrio en los niveles de dopamina en un estudiante con dificultades de atención, el psicopedagogo puede diseñar intervenciones que estimulen la liberación de dopamina, como actividades de recompensa y refuerzo, para mejorar la motivación y la atención en el proceso de aprendizaje.

Además, el conocimiento de los neurotransmisores permite a los psicopedagogos colaborar de manera efectiva con otros profesionales de la salud mental, como neurólogos, psiquiatras y psicólogos clínicos. Esta colaboración interdisciplinaria ayuda a abordar las dificultades de aprendizaje y los trastornos del comportamiento desde una perspectiva integral y holística.

C. Beneficios de aplicar este conocimiento en la atención de pacientes:

La aplicación del conocimiento de los neurotransmisores en la atención de pacientes brinda numerosos beneficios. Al comprender los mecanismos neuroquímicos subyacentes, los psicopedagogos pueden:

Realizar evaluaciones más precisas: La comprensión de los neurotransmisores les permite identificar las causas subyacentes de las dificultades de aprendizaje y los trastornos del comportamiento, lo que lleva a una evaluación más precisa y personalizada.

Diseñar intervenciones eficaces: Con base en el conocimiento de los neurotransmisores, los psicopedagogos pueden desarrollar estrategias de intervención más efectivas y adaptadas a las necesidades específicas de cada individuo. Esto incluye seleccionar actividades, técnicas y enfoques educativos que aborden los desequilibrios neuroquímicos identificados.

Mejorar la colaboración con otros profesionales: Al comprender el lenguaje y los conceptos relacionados con los neurotransmisores, los psicopedagogos pueden comunicarse de manera más efectiva y colaborar de manera más estrecha con otros profesionales de la salud mental. Esta colaboración multidisciplinaria permite un enfoque integral en la atención de los pacientes, combinando los conocimientos de diferentes campos para lograr resultados más positivos.

Brindar un enfoque personalizado: El conocimiento de los neurotransmisores permite a los psicopedagogos desarrollar planes de intervención individualizados, teniendo en cuenta las características únicas de cada paciente. Al considerar los desequilibrios neuroquímicos específicos, pueden adaptar las estrategias y técnicas de enseñanza, así como proporcionar recomendaciones nutricionales y de estilo de vida que promuevan un equilibrio neuroquímico saludable.

Actualizar y mejorar constantemente las prácticas: El campo de la neurociencia avanza rápidamente, y el conocimiento sobre los neurotransmisores está en constante evolución. Al mantenerse actualizados en la investigación y los avances científicos, los psicopedagogos pueden mejorar continuamente sus prácticas y estar al tanto de nuevas intervenciones y enfoques basados en la comprensión de los neurotransmisores.

En conclusión, el conocimiento de los neurotransmisores desempeña un papel fundamental en la formación del psicopedagogo. Al comprender cómo estos mensajeros químicos influyen en el comportamiento humano, los psicopedagogos pueden ofrecer una atención más informada, precisa y personalizada a sus pacientes. La aplicación de este conocimiento en la práctica clínica brinda beneficios significativos, mejorando la evaluación, el diseño de intervenciones, la colaboración interdisciplinaria y la atención individualizada. Al integrar el estudio de los neurotransmisores en la formación del psicopedagogo, se promueve una práctica clínica más efectiva y se potencia el impacto positivo en el aprendizaje y el desarrollo de los pacientes.

V. Conclusiones

A. Recapitulación de los puntos clave:

En este artículo, hemos explorado el papel fundamental de los neurotransmisores en los trastornos del comportamiento humano y su influencia en el proceso de aprendizaje. Comenzamos comprendiendo la función de los neurotransmisores como mensajeros químicos que facilitan la comunicación entre las células nerviosas en el cerebro. Luego, nos adentramos en la descripción de algunos neurotransmisores relevantes, como la serotonina, la dopamina y el glutamato, y su relación con diferentes trastornos del comportamiento. También examinamos cómo los neurotransmisores influyen en procesos cognitivos clave, como la atención, la memoria y la motivación.

B. Resumen de la importancia de los neurotransmisores en los trastornos del comportamiento y el aprendizaje:

Es evidente que los desequilibrios en los niveles de neurotransmisores pueden contribuir al desarrollo de trastornos del comportamiento, como la depresión, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la ansiedad y el trastorno del espectro autista. Estos desequilibrios pueden afectar la regulación emocional, la atención, la impulsividad y otros aspectos del comportamiento humano. Asimismo, hemos visto cómo los neurotransmisores desempeñan un papel crucial en el aprendizaje, ya que influyen en la plasticidad sináptica, la formación de memoria y la motivación. Un adecuado equilibrio neuroquímico es esencial para un óptimo funcionamiento del sistema nervioso y un proceso de aprendizaje efectivo.

En resumen, el conocimiento del papel de los neurotransmisores en los trastornos del comportamiento humano y su influencia en el aprendizaje es fundamental para los psicopedagogos. A través de una comprensión profunda de los neurotransmisores y sus funciones específicas, podemos mejorar nuestras intervenciones clínicas, promover el aprendizaje efectivo y facilitar el bienestar emocional y social de nuestros pacientes. Al mismo tiempo, es crucial continuar investigando y actualizándonos en este campo en constante evolución, para proporcionar una atención de calidad y seguir avanzando en el ámbito de la psicopedagogía.

Invitamos a todos los profesionales de la psicopedagogía a seguir explorando y aplicando el conocimiento de los neurotransmisores, promoviendo una práctica clínica basada en la evidencia y en constante evolución. Juntos, podemos hacer una diferencia significativa en la vida de aquellos que enfrentan trastornos del comportamiento y dificultades de aprendizaje, brindándoles las herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial.

VI. Referencia bibliográfica:

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