AUTISMO CLÁSICO Y ASPERGER

El síndrome de Asperger se distingue del autismo clásico por el intelecto y el lenguaje . De hecho, los niños con síndrome de Asperger generalmente no presentan retraso del lenguaje o discapacidad intelectual.

Algunas personas con síndrome de Asperger (pero no todas) a veces incluso están dotadas de extraordinarias capacidades intelectuales.

Las habilidades a menudo se publicitan al nivel de la aritmética mental o la memorización.

Según la asociación "Actions pour l'Autisme Asperger", para que se realice un diagnóstico de síndrome de Asperger en una persona es necesario, además de los criterios habitualmente identificados para un diagnóstico de autismo, que el cociente intelectual ( IQ) de este sea superior a 70. Además, cabe señalar que la aparición de los trastornos relacionados con el síndrome de Asperger suele ser más tardía que para el autismo clásico y que los antecedentes familiares son frecuentes.

Los criterios generalmente aceptados que hacen referencia al síndrome de Asperger y que lo diferencian de los demás son:

. La aparición del problema, que suele ser posterior;

. Son frecuentes los casos de antecedentes familiares;

. El coeficiente intelectual verbal suele ser más alto que el coeficiente intelectual de rendimiento (generalmente se observa lo contrario en el autismo típico);

. El pronóstico suele ser más positivo;

. Los trastornos neurológicos son menos frecuentes que en el caso del autismo clásico;

. Las discapacidades sociales y de comunicación son menos graves que con el autismo clásico;

. Los temas de interés preferidos son más importantes;

. La preocupación por la torpeza está presente con mayor frecuencia.

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